Magdalenas de zanahoria

¡Hola reposteros!

Siento muchísimo no haber podido subir una receta la semana pasada, estuve liadisima con los exámenes y el fin de semana me ceñí el delantal para poder enseñaros nuevos postres, y claro, entre una cosa y otra, no tuve tiempo.

Pero bueno, aquí esto de nuevo, con muchas ganas de enseñaros estas deliciosas magdalenas de zanahoria, que no saben, en absoluto, a zanahoria, para los más aprensivos con las hortalizas. Tienen una textura espectacular, en su punto de jugosidad y la costra de azúcar les da un toque rústico precioso.

No me enrrollo más diciéndoos los increibles atributos culinarios (que frase más culta, se nota que acabo de hacer un comentario de texto para lengua) de estas magdalenas y pasó a la acción.

Receta para las magdalenas de zanahoria (basadas en la receta de Webos Fritos) para unas 12 unidades

Ingredientes:

• 1 zanahoria grande
• Ralladura de medio limón
• 3 huevos
• 180 g de azúcar moreno
• 90 g de aceite de oliva
• 90 g de leche
•  200 g de harina
• Una pizca de sal
• Un sobre (15 g) de levadura química (tipo Royal)

Instrucciones:

Comenzamos pelando y rallando la zanahoria, con un rallador fino para que no se noten los trozos en la magdalena. Rallamos también el limón y reservamos. Precalentamos el horno a 250 grados, con calor arriba y abajo. Ponemos los huevos en un bol con el azúcar y batimos bien, si es con una batidora de varillas eléctrica, mejor. Añadimos el aceite y la leche y batimos de nuevo. Agregamos la harina tamizada, la sal y la levadura. Mezclamos hasta obtener una masa homogénea. Finalmente, incorporamos la zanahoria y la ralladura de limón y removemos.

Colocamos 12 cápsulas en nuestra bandeja para muffins y rellenamos con la masa casi hasta el borde, para que nos queden unas magdalenas con un copete bien hermoso. Esparcimos un poco de azúcar blanco por encima de cada una y horneamos a 220 grados durante 15 minutos. Las sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. Y… ¡Listas para comer!

Son muy rápidas y fáciles de hacer, probadlas porque os van a encantar. A mí me encantan para merendar, no son nada pesadas y mojadas en un vaso de leche con cola cao… ¡Ñam, ñam!

Bueno, yo os dejo, que tengo que estudiar historia. La evaluación es mañana, pero esto no termina, ¡segundo de bach no da tregua!

Muchos besos